Alejandro Navarro, presidente municipal de Guanajuato, es todo un fenómeno en las redes sociales, es uno de los Alcaldes más populares del centro del país e incluso ha sido ejemplo en cursos de branding político.
Es el rey del contenido y, en la calle, en el puesto de tacos o en el jardín, todo el mundo quiere tomarse la foto con él. Sólo le falta dar autógrafos, pero la fama no lo sube al ladrillo, sino todo lo contrario: todos los días sale de su oficina a escuchar a la gente, a echarse la guacamaya y a ver qué necesita o qué está pidiendo la ciudadanía. Ése es su mejor termómetro: verse a diario con la gente, medirse a sí mismo en la escala real de aceptación popular en la colonia, en la calle, en el lugar donde están los problemas.
Por todos esos “súper-poderes”, el gobernante de extracción panista no dudó en volver a manifestar que sí quiere ser el próximo Gobernador de Guanajuato, que sí quiere ser el candidato del PAN a la Gubernatura, que sí quiere ser el sucesor de Diego Sinhue, el actual gobernador del estado.
Con su dorado trofeo Napolitan en mano —ganado por su audacia en la guerra electoral—, Navarro señaló que cuenta con los atributos necesarios para convertirse en el candidato panista a Gobernador, destacando su cercanía social y su alto nivel de popularidad en las redes sociales.
“Es un proceso lógico pensar en la candidatura a Gobernador. Tengo la edad, el perfil y el estilo de comunicación que la gente espera de un gobernante, gracias a mi cercanía en la calle y en todas las redes sociales”, dijo Navarro, uno de los máximos ídolos de la comunicación política.
También conocido como “Nabarrio”, el Alcalde mencionó que nunca ha esperado que lo busquen, sino que él busca la generación de oportunidades con base en el trabajo constante.
“A lo largo de mi carrera política, nunca he esperado que alguien venga a buscarme a mi casa para proponerme contender por un cargo o una candidatura. Siempre he trabajado fuerte y he logrado posicionarme en la opinión pública para que me tomen en cuenta”, subrayó.