La directora del centro INAH-Guanajuato, Olga Hernández, le exigió 200 mil pesos al Municipio de Guanajuato para pagar el hospedaje y los lujos de los antropólogos que vienen a checar a las Momias de Guanajuato.
Al no recibir la suma para complacer los caprichos de los investigadores, la directiva le declaró al periódico a.m. Express que ya no le dará su apoyo al Municipio.
Con el hospedaje y otros lujos, Olga Hernández trató de condicionar al Municipio de Guanajuato, poniendo bajo riesgo a la colección de cuerpos momificados por vía natural más grande del mundo y exhibiendo al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) como un órgano mercenario.
El INAH es una dependencia federal tan grande que bien puede sufragar los viáticos de sus especialistas, sobre todo cuando se trata de realizar un trabajo tan demandante como el de revisar las condiciones de las Momias de Guanajuato, íconos del cine mexicano de terror y principal tesoro del legado cultural de Guanajuato Capital.